La osteopatía es una medicina manual preventiva y curativa, orientada a diagnosticar y tratar los desequilibrios de movilidad articular y tisular que perturban la salud. Considerando el cuerpo como una unidad donde todos los elementos que lo forman están relacionados entre sí. Por ello se trata al paciente de una manera global, holística.

“El deber del osteópata no es curar al enfermo sino ajustar una parte o el conjunto del sistema con el fin de que los ríos de la vida puedan fluir y regar los campos disecados” A.T Stillm fundador de la osteopatía.

El cuerpo tiene sus propios procesos de auto-curación, pero a veces la pérdida o restricción de movilidad pueden impedir que sean efectivos. La osteopatía tiene como objetivo devolver el movimiento normal, para que el cuerpo pueda auto-regularse él mismo. Para ello, es necesario que el osteópata realice una valoración exhaustiva y utilice distintos tipos de técnicas manuales.

Técnicas estructurales: 

Son técnicas que se basan en la bio-mecánica de las articulaciones y la fisiología del cuerpo humano. Se utilizan técnicas de “trust”, también llamadas alta velocidad baja amplitud y técnicas de energía muscular.

Técnicas miofasciales: 

La fascia es el tejido que envuelve y nutre el conjunto de los elementos del cuerpo, por ello es muy importante tratarla. Es muy reactiva a las técnicas del terapeuta y gracias a su disposición puede restablecer el equilibrio global del paciente.

Técnicas craneales: 

Estas técnicas tienen como objetivo liberar las tensiones a nivel de las suturas de los huesos del cráneo y trabajar la duramadre que envuelve el cerebro, la médula espinal  y que llega hasta el sacro. Esta es la razón por la que un problema en la pelvis puede afectar a las cervicales y el cráneo provocando dolores de cabeza. Es primordial para el osteópata restablecer el ritmo cráneo-sacro. 

Preguntas frecuentes:

¿Se puede hablar de un hueso desplazado?

Se habla más bien de una disfunción articulare. Las dos superficies articulares de una articulación pueden perder la capacidad de desplazarse una sobre la otra, debido a un punto de apoyo que se ha creado y que se mantiene debido a un espasmo muscular. La articulación se fija entonces en una posición. El osteópata, gracias a la manipulación, libera ese punto de apoyo con el fin de restablecer la harmonía de la articulación.

¿Los huesos crujen en las manipulaciones?

El sonido que podemos oír al manipular una articulación es producido por la liberación de la articulación. Al separarse las dos superficies articulares, se produce un efecto ventosa (como al abrir un bote al vacio) y se escucha un “crack”.